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Ronaldinho: Un recorrido por la carrera de la leyenda brasileña

Ronaldinho Gaúcho, uno de los jugadores más famosos de su generación, ha ganado millones de corazones en todo el mundo. Su carrera tuvo muchos altibajos, pero fue inolvidable. En sus mejores momentos, Ronaldinho emocionó a los fans del fútbol y las apuestas deportivas. Desde ganar la máxima gloria con la selección nacional hasta un final menos brillante en su carrera, el mediapunta brasileño siempre tuvo una razón para sonreír, sin importar la situación. Y, por supuesto, hizo sonreír a millones de seguidores.

Vamos a repasar la historia de uno de los jugadores brasileños más conocidos en el mundo.

Primeros años

Ronaldo de Assis Moreira, nació el 21 de marzo de 1980 en Porto Alegre, Brasil. Su padre, João, fue futbolista y soldador, y su madre, Miguelina, trabajó como vendedora de cosméticos y luego como enfermera. Su hermano mayor, Roberto Assis, también fue futbolista, así que Ronaldinho creció rodeado de fútbol.

Desde pequeño, Ronaldinho admiraba a su padre, quien murió de un ataque al corazón cuando él tenía 8 años. Esta fue una pérdida que marcaría la infancia del brasileño.

Comenzó a jugar fútbol a los 7 años y recibió el apodo de “Ronaldinho” porque era el más pequeño del equipo. Creció en un barrio humilde, jugando en campos improvisados. Además del fútbol, jugaba al fútbol sala, lo que influyó en su estilo de juego con gran control del balón.

A los 13 años, Ronaldinho anotó 23 goles en un solo partido, destacándose como un joven talento prometedor. En 1997, fue convocado a la selección Sub-17 de Brasil, ganando el Campeonato Mundial Sub-17 y siendo nombrado el mejor jugador del torneo. Poco después, firmó su primer contrato profesional con el Grêmio.

Carrera en los clubes

Comenzó su carrera en los clubes con el Grêmio, debutando en la Copa Libertadores de 1998. Su talento deslumbrante pronto lo llevó a la selección nacional brasileña, donde en 1999 brilló en la Copa Confederaciones en México. Brasil terminó en segundo lugar, pero Ronaldinho se llevó a casa el Balón de Oro como el mejor jugador del torneo y la Bota de Oro como máximo goleador.

Consolidado como una estrella internacional, en 2001 Ronaldinho dio el salto a Europa, firmando con el Paris Saint-Germain en Francia. Pero su verdadero sueño se hizo realidad en 2003 cuando se unió al FC Barcelona. Allí, no solo se puso la icónica camiseta número 10, sino que también ganó el premio al Jugador Mundial del Año de la FIFA en 2004 y 2005. Su magia en el campo llevó al Barça a la gloria en la Liga de Campeones en 2006.

En 2008, Ronaldinho dejó Barcelona para unirse al AC Milan, otro gigante del fútbol mundial. Sin embargo, su tiempo en Italia no fue tan brillante como se esperaba, y su actuación fue más bien discreta.

Regreso a Brasil 

A los 31 años, Ronaldinho dejó Europa y regresó a Brasil para tener más tiempo de juego antes de la Copa del Mundo de 2014. En lugar de volver al Gremio, firmó con el Flamengo, donde ganó el Campeonato Carioca en su primer año. Sin embargo, dejó el club debido a una deuda de cuatro meses.

En 2013, se unió al Atlético Mineiro, usando el número 49 en honor a su madre. Ganó el premio al Jugador del Año en el Brasileirao 2012 y llevó al club a su primer título de la Copa Libertadores en 2013. Aunque perdieron en las semifinales de la Copa Mundial de Clubes, Ronaldinho extendió su contrato, pero se fue en julio de 2014 tras ganar la Recopa Sudamericana.

Luego, a los 34 años, se unió al Querétaro de la Liga MX, donde fue muy querido por los aficionados y llevó al equipo a la final de los playoffs en 2015.

Finalmente, en julio de 2015, regresó a Brasil para jugar en el Fluminense, pero su contrato fue rescindido dos meses después porque no se sentía capaz de rendir como quería.

Retiro

Después de pasar unos años disfrutando del fútbol sala en la India, Ronaldinho decidió que había llegado el momento de colgar las botas. El 16 de enero de 2018, su hermano y agente, Roberto, hizo oficial el anuncio de su retiro. A sus casi 38 años, Ronaldinho sintió que ya no tenía la energía necesaria para seguir compitiendo al más alto nivel.

Este anuncio marcó el final de una carrera extraordinaria, llena de momentos mágicos y de pura alegría en el campo.

Carrera con la selección nacional

Ronaldinho debutó en la selección juvenil a los 15 años en 1995, y su primer gran éxito fue con el equipo Sub-17 en el Mundial de 1997 en Egipto. Fue llamado a la selección mayor el 26 de junio de 1999 y ese mismo año ganó la Copa América.

Ronaldinho siguió destacando con la selección, siendo el máximo goleador en la Copa FIFA Confederaciones de 1999. Al año siguiente, llevó a la Sub-23 a los Juegos Olímpicos de 2000, anotando nueve goles en siete partidos en la fase preolímpica. Aunque Brasil no pasó de los cuartos de final en Sydney, los días de gloria estaban cerca.

En 2002, Ronaldinho jugó su primera Copa del Mundo con un equipo brasileño lleno de estrellas como Ronaldo y Rivaldo. Anotó dos goles en cinco partidos, incluyendo el gol de la victoria en cuartos de final contra Inglaterra. Brasil venció a Alemania en la final para ganar su quinto título mundial.

En 2006, Ronaldinho lideró un talentoso equipo brasileño en la Copa del Mundo, pero el torneo terminó en decepción cuando Francia eliminó a Brasil en cuartos de final. En 2010, su carrera estaba en declive y no fue incluido en el equipo para el Mundial en Sudáfrica.

Vida personal y legado

En 2005, Ronaldinho y la bailarina brasileña Janaína Mendes tuvieron un hijo llamado João, en honor al padre de Ronaldinho. El futbolista carioca siempre ha estado muy unido a su familia. Su hermano Roberto es su agente y su hermana Deisy coordina su prensa.

Desde que se retiró en 2018, Ronaldinho se ha dedicado a ayudar a los demás, ha sido embajador de marcas y mentor en su academia de fútbol. Participa en partidos benéficos y sigue siendo una de las leyendas más queridas del fútbol. A través de su fundación y redes sociales, sigue alegrando a sus fans con su característica sonrisa.

Conclusión

Ronaldinho fue un verdadero mago con el balón. Desde sus días de gloria con la selección brasileña hasta sus últimos años en el campo, Siempre tuvo una razón para sonreír y hacer sonreír a sus seguidores. 

Su legado no solo se mide en títulos y trofeos, sino en la alegría y pasión que inspiró a millones de fanáticos alrededor del mundo. La magia de Ronaldinho en el campo nunca será olvidada.

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